asesoramiento personalizado para la domotica en casa.

Hemos leído y escuchado el término cientos de veces últimamente, pero ¿tenemos claro qué es exactamente? Para comprenderlo, debemos conocer en primer lugar la definición de domótica y después, como podemos aplicarla a nuestro hogar, y en nuestras tareas cotidianas.

 

Así pues, podemos explicar la definición de domótica como: el conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de la vivienda, que permite una gestión eficiente del uso de la energía, que aporta seguridad y confort, además de comunicación entre el usuario y el sistema.

 

Panel de control de sistema domótico

 

Desde luego, definiciones de domótica hay muchas y si buscáis por internet encontraréis muchos sitios que os hablan de ella y de su uso aplicado al hogar, que cada vez está más extendido.

 

Si analizamos la definición de domótica por partes, la primera de ellas: conjunto de técnicas orientadas a automatizar una vivienda, podríamos decir que hace alusión a todas las técnicas o tecnologías que se pueden implantar en una vivienda para convertirla en domótica. Por ejemplo, podemos automatizar la calefacción, el sistema eléctrico, las persianas de la vivienda, el sistema de alarma… etc. y todo ello pensado para el bienestar y la comodidad del usuario.

 

Para qué sirve la domótica

Tener una vivienda domótica, es como tener una “casa inteligente”, es como si los aparatos que antes manejábamos de forma manual ahora pudieran “pensar solos”, y actuar en función de ciertas necesidades.

Para que me entendáis mejor os pondré el ejemplo de una bombilla. Algo que lo único que puede hacer es encender o apagarse si nosotros apretamos un botón. Sin embargo, si dotamos a esa bombilla de la tecnología domótica podemos hacer que ella sola se encienda o se apague cuando detecte la presencia de una persona en la habitación, o la ausencia de ella. De esta manera, estamos cumpliendo lo que dice la definición de domótica de que nos permite un uso eficiente de la energía. Con esto evitamos que las luces de una habitación se queden encendidas cuando nos vamos de casa por algún descuido, ya que esa bombilla, cuando detecte que no hay nadie, se apagará sola.

Pero no sólo eso, podemos hacer muchas cosas más con esa bombilla como temporizar el encendido o apagado de la misma, o regular su intensidad.

 

Evidentemente esto mismo podemos aplicarlo también a los sistemas de seguridad y alarmas de la vivienda, o a la calefacción. Para hacer un uso eficiente de la energía, también podemos controlar la temperatura de nuestro hogar. Hacer que se apague la calefacción al llegar a una temperatura óptima, o que se encienda cuando la temperatura de nuestra casa descienda de la temperatura que nosotros consideramos ideal. Incluso también podemos automatizar la temperatura de las habitaciones de forma independiente, para que el friolero y el caluroso de la casa no estén siempre discutiendo.

 

Imagina también que te has marchado de casa por la mañana a toda prisa y has olvidado subir la persiana de alguna habitación. Si tienes un sistema domótico también para automatizar tus persianas, puedes subirlas o bajarlas desde cualquier lugar, con tan solo conectarte a una aplicación a través de tu móvil, y de esta manera optimizar la energía, subiéndolas en las horas de mayor luz natural o bajándolas cuando la noche y el frío empiezan a notarse y evitar de este modo que se filtre a través de los cristales.

 

¿Te interesa una casa domótica?

Lo cierto es que la domótica aplicada al hogar tiene muchas ventajas y un montón de posibilidades de hacer un uso más óptimo de la energía que consumimos, lo cual ya es un punto de partida importante.

¿Que si te interesa una casa domótica? Pues bajo mi punto de vista, ciertamente sí. No cabe duda de que inicialmente convertir una casa en domótica implica una inversión, pero es algo que merece la pena, ya que, si hacemos caso a la definición de domótica, y ciertamente está probado que es así, está pensada para hacernos la vida más fácil, aportarnos comodidad y bienestar, y conseguir hacer un uso óptimo de la energía que consumimos en casa, y por tanto, un ahorro en nuestra factura.